domingo, 10 de julio de 2011

My sex robot (2010)


Espeluznante documental de Sky One sobre tipos foreveralone que follan con máquinas. Un par de inventores locatis modernos (uno de ellos felizmente casado además) ponen todos sus esfuerzos diarios en fabricar maniquíes femeninos que responden a la voz humana y se contonean cuando les besas o les penetras. Otros son simples peatones obsesionados con tener por novia a un ser inerte futurista, lo más parecido posible a una actriz porno, pero con el alma de metal, para follar sin parar sin que a la parienta le duela la cabeza, te ponga los cuernos ni te moleste durante la Superbowl. Asistimos a la presentación en sociedad (durante una convención erótica, ante las risotadas de un puñado de pajeros) de una de las robotas, un muñecajo de setenta kilos que va en silla de ruedas y se le desmonta la cabeza todo el rato, con cara de hombre y una peluca rubia que da muchísima grima; tiene una lengua gorda como de vaca, dice algunas frases programadas y comparte tanto afecto como un Furby, pero además le puedes follar por la boca, la vagina o el ano y hace como que le gusta. Uno de los obesos amantes de los roboces está desesperado por encontrar a la mujer perfecta, y está cansado de los real dolls inmóviles, que debe ser como trincarse cadáveres. Sería más bonito si ellas al menos pestañearan o moviesen la muñeca arriba y abajo con tu polla en medio, aunque solo tengan un movimiento, como los He-Man. Sueña con eso y no le importa insistir ante las cámaras en que ni las mujeres ni los hombres son para él. En fin, una cosa muy sórdida y muy curiosa ésta de la subcultura post-ciberfuck. Está bien saber que tenemos al menos a dos ancianos chiflados de la América Profunda trabajando en mejorar nuestras relaciones sexuales.

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